jueves, 6 de septiembre de 2012

Sobre la manifestación del 11S



 El día 11 de Septiembre está previsto que una gran manifestación se celebre en Barcelona, se verán banderas independentistas por doquier y desde la prensa se dará, nuevamente, una guerra de cifras. Al margen de esta liturgia de cada año, es necesario señalar que este 11S no será como los demás. El sentimiento nacionalista en Cataluña es posiblemente más alto que nunca, la prensa de la burguesía catalana se esfuerza en reforzar esta deriva (haciendo además visible su carácter de clase), mientras que las fuerzas reaccionarias de Madrid hacen lo propio, atribuyéndonos a los catalanes todos los males de España, por “insolidarios”. Ante esta batalla de chovinistas y burgueses, la voz de los comunistas se confunde, no se tiene, en mi opinión, un discurso claro, muy a menudo se titubea y se aceptan posturas de la burguesía o razonamientos de la misma. 

Mi punto de vista sobre este asunto es siempre claro: respeto absoluto por el derecho del pueblo catalán a decidir su destino, pero denuncia incansable de aquellos que lo único que pretenden es balcanizar el país para repartirse sus feudos económicos. Se escucha muy a menudo a comunistas en Cataluña argumentando de esta forma: “yo estoy por el socialismo, pero la independencia es un derecho democrático, y debe de apoyarse en todo caso”. En mi opinión, esta es una forma velada de subordinar la cuestión de clase a la cuestión nacional, además, esta forma de afrontar el problema se pasa la dialéctica por el forro al afirmar que “debe apoyarse en todo caso” la independencia. Los marxistas debemos, en mi humilde opinión, apoyar la consulta al pueblo, pero no necesariamente dar el “sí” a esa consulta porque se trata de una demanda o de un derecho democrático. Esto puede parecer lógico, pero me he encontrado con argumentos en contra.

     Mi postura iría por este camino: si a preguntar al pueblo, no a la independencia. ¿Por qué no a la independencia? ¿Qué ha de buscar un marxista para apoyarla o no? Pues muy sencillo. Debe preguntarse. ¿La independencia supondrá un paso adelante para la clase obrera? ¿La independencia se hará bajo criterios oscurantistas y burgueses, o bajo proclamas progresivas y socialistas? A mi modo de ver, los grupos que encabezan las posiciones independentistas son claramente reaccionarios y pequeñoburgueses, como pueden ser los casos de SI o de ERC (dejando de lado a CIU, que jamás ha sido independentista). Miremos como enfocaba Lenin este tema, lo hacía bajo dos premisas: 

        1- Jamás subordinar la cuestión nacional a la cuestión de la lucha de clases.

    "Al obrero asalariado tanto le da que su principal explotador sea la burguesía rusa más que la alógena, como la burguesía polaca más que la hebrera, etc., Al obrero asalariado que haya adquirido conciencia de los intereses de su clase le son indiferentes tanto los privilegios estatales de los capitalistas rusos como las promesas de los capitalistas polacos o ucraniacos de instaurar el paraíso en la tierra cuando ellos gocen de privilegios estatales".
     
       2-Apoyar el derecho a decidir, pero reservarse la opinión sobre que hacer según sople el viento a favor o en contra del proletariado. Reconocer y proteger la opinión y la consulta, pero seguidamente, analizar dialécticamente las condiciones objetivas y subjetivas, y decidir en base a estas, o sea, apoyar el derecho de libre autodeterminación no implica apoyar necesariamente la independencia.

"El reconocimiento del derecho a la autodeterminación ‘hace al juego’ al ‘más rabioso nacionalismo burgués’, asegura el señor Semkovski. Eso es una puerilidad, pues el reconocimiento de este derecho no excluye en modo alguno que se haga propaganda y agitación contra la separación y se denuncie el nacionalismo burgués. En cambio, lo que sí está fuera de toda duda es que la negación del derecho a la separación ‘hace el juego’ al ¡más rabioso nacionalismo gran ruso de las centurias negras".

Para tener una verdadera posición leninista sobre este tema hay que decir sin ningún tipo de paliativos. ¡Si a al derecho de las naciones a decidir su propio destino! Reconocemos el derecho que asiste a todo pueblo a consultarse a si mismo y decidir libremente si formar o no parte de una nacionalidad o otra, o constituirse libremente como soberana. Pero hay que decir igualmente que esta proclama no nos obliga a los marxistas a apoyar “forzosamente” una de las opciones planteadas en dicha consulta. ¿Cómo decidir qué posición tomar? Ya lo hemos dicho antes, dependerá de que opción favorezca mas al proletariado.

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