sábado, 27 de agosto de 2011

OCTUBRE DEL 34'


España es un país que desde hace tiempo mira a su pasado con una mezcla de desconocimiento y desinterés, a ello han contribuido 40 años de dictadura fascista que han asentado bien los pilares del capitalismo en este país y han eliminado cualquier sentimiento de rebelión. El franquismo cumplió el objetivo a corto plazo, poner fin al movimiento obrero que estaba surgiendo en España, y a largo plazo, destruir la conciencia de sus miembros (física y ideológicamente). Más de medio millón de muertos y otro medio millón de exiliados inmediatamente después de nuestra guerra dejaron al pueblo agotado, sin fuerzas para rebelarse, y con ganas de que fuese como fuese todo acabara de una vez. Más de 70 años más tarde es importante hablar sobre unos hechos que según mi opinión acabaron de convencer a los burgueses de la necesidad de una dictadura fascista para controlar al pueblo, los hechos de Octubre de 1934.

Primero hay que situarse históricamente, y para ello nos remontamos a la II República, concretamente al bienio cedista de Lerroux, aunque haremos un pequeño resumen previo. La II República llegó con una gran voluntad de reformas democráticas (democrático-burguesas), el pueblo dio el poder a los progresistas burgueses que rápidamente prometieron un avanzado programa de reformas con tres pilares: ejército, clero, tierra.

La reforma militar era muy necesaria pues había casi un oficial por cada 6 soldados y el gobierno intentó retirar a gran parte de ellos, sobretodo a los que se sospechaba que formaban parte de movimientos golpistas (no le salió muy bien). El clero en España era un verdadero dueño de la educación y la sanidad, además, debido a la pobreza contaba con gran cantidad de miembros (puesto que allí se comía todos los días), el gobierno intentó una tímida separación de la Iglesia y el estado. El problema más grande fue el de la tierra, que llevó al gobierno progresista a crear el instituto de la reforma agraria (al que le faltaba financiación) para que llevase a cabo una reforma en la propiedad de los cultivos y haciendas que eran en gran parte (sobretodo en Andalucía) propiedad de la Iglesia y de los terratenientes.

Todas estas reformas prometidas no fueron llevadas a cabo bien, sobretodo la de la reforma agraria, que ni se empezó prácticamente. Pero hay una cosa que yo me pregunté hace un tiempo y que seguro que más de uno también: Si las reformas que pretendía el primer gobierno progresista de la República no atentaban contra la propiedad de la tierra ni de las fábricas; ¿Cómo es que hubo una reacción tan contraria de la mayoría de los burgueses españoles a dichas reformas si nos les afectaban tanto? Pues debido a que la burguesía española no era la burguesía alemana, ni la francesa, ni la británica, sino que tenía una mentalidad atrasada, todavía no estaba desarrollada como burguesía completamente y tenía muchos elementos ideológicos del antiguo régimen en su cabeza. Antonio Liz explica esto perfectamente en el siguiente párrafo:

“la clase dominante, debido al atraso del capitalismo español, tenía una mentalidad de viejo régimen, estaba anclada psicológicamente en el pasado porque en la práctica había hecho y deshecho a su antojo. Así, el limitar (y añado yo, débilmente) sus privilegios, que no era quitarles sus propiedades, le parecía sencillamente intolerable. Además, en cualquier reforma atisbaban la posibilidad de la revolución social, lo que para ellos era el apocalíptico infierno.”

Este fragmento de Antonio Liz nos indica que la reacción de la mayor parte de la burguesía española (la conservadora) fue contraria a las reformas por dos motivos: su mentalidad retrasada respecto a otras burguesías europeas, y el firme pensamiento de que las reformas conducirían a la revolución (al final fueron las no reformas las que precipitaron la revolución).

Una vez hemos explicado el descontento de la clase burguesa mayoritaria con las reformas, hay que explicar cómo llegaron al poder, esto aunque pueda parecer que me extiendo innecesariamente es importante, pues la llegada al poder de la CEDA precipita la revolución y por tanto hay que entender los motivos. Esto puede parecer un poco contradictorio también, es decir: ¿Cómo es posible que un pueblo descontento por la tibieza de los burgueses progresistas diese el gobierno a los burgueses conservadores, entre los que había suerte si encontrabas a un republicano?

La insuficiencia de las reformas (que no modificaron la vida de la gente), unido a algunos episodios de represión del movimiento obrero por parte de las autoridades del gobierno progresista burgués (casas viejas, deportaciones de anarquistas…etc.) hizo que los obreros y campesinos les diesen la espalda. Esta situación de desengaño del electorado hizo que la abstención subiese hasta un 32,4%, cosa que facilitó el triunfo de las derechas de la CEDA. Una vez en el poder, los conservadores burgueses anularon todas las reformas del anterior gobierno y amnistiaron al golpista asesino Sanjurjo (la Sanjurjada del 32’).

Habiendo indicado de donde llega el descontento del pueblo, y como consecuencia de este, explicando la llegada de las derechas reaccionarias al gobierno en el 33 hemos concluido la parte que hablamos del contexto histórico de los hechos. Ahora veamos porque los obreros se lanzan a la insurrección en Octubre.

En Europa había en ese momento tres enemigos de los trabajadores, Hitler, Mussolini y Dollfuss, y los obreros de nuestro país los conocían bien, así que lo que temían era que bajo la legitimación de las urnas, las derechas españolas hicieran lo mismo que en Alemania, Italia y Austria estaban haciendo los perritos falderos del capital. ¿Tenían razón los obreros para pensar que el gobierno cedista era de la misma calaña que los fascismos de esos tres países? Veamos algunas declaraciones de intenciones de los miembros del gobierno:

“Para mí solo hay una táctica hoy: formar un frente antimarxista […] ¡Qué importa que nos cueste hasta derramar sangre! No necesitamos el poder con contubernios de nadie, necesitamos el poder íntegro” (Gil Robles).

"Sería loco el militar que al frente de su destino no estuviera dispuesto a sublevarse a favor de España y en contra de la anarquía, si ésta se produjese" (Calvo Sotelo, aunque la dijera en el 1936, da una idea de sus posturas).

Ante tales “perlas” de los diputados de las derechas-burguesas estaban los obreros, 100% legitimados para la insurrección pues, como leí en un artículo de la F.Andreu Nin: “¿algún demócrata hubiera cuestionado una revolución popular contra Hitler en el 33? Esa era la situación con la CEDA” (cito de memoria). Esta situación de filo-fascismo institucional que trajo la CEDA al gobierno republicano hizo que en el año 1934, concretamente el 5 de Octubre, estuvieran en marcha las huelgas e insurrecciones en ciudades muy diversas de España. De todos modos la clase trabajadora está dividida entre aquellos convencidos de que iban a la rebelión y entre aquellos que simplemente veían la acción como una huelga general más.

En Madrid se declaró la huelga general el día 5, el movimiento era dirigido en gran parte por las juventudes socialistas y fue bastante exitoso en cuanto a participación. Los empresarios se acogieron a la prohibición del derecho de huelga para despedir a los que no iban a su trabajo y los periódicos como el ABC exigían medidas contundentes contra los trabajadores. Hubo enfrentamientos armados entre las fuerzas del gobierno y los obreros por todo Madrid, duros fueron en la estación de Atocha y otros lugares, pero a partir del día 8 empezaron a reprimir por medio de las detenciones, incluso a Largo Caballero lo arrestan el día 14. La situación en Cataluña era un poco distinta pues la postura de la mayor organización de masas, la CNT, era confusa. El día 5 la Alianza Obrera secundó la huelga mientras los anarquistas tenían un papel contemplativo, exceptuando algunas poblaciones cercanas a la ciudad condal, donde tomaron el mando de la insurrección. El gobierno de la Generalitat (que formaba parte de la burguesía-progresista, por tanto enemiga del gobierno central) declaró “la República Catalana dentro de la Federación Ibérica”, pero finalmente el día 9 la situación se controla gracias a la llegada de tropas de África que detendrán a los políticos burgueses-progresistas acusándoles de traidores y a miles de obreros en toda Catalunya. El periódico “El Debate” de la derecha más reaccionaria decía el día 7 “El Ejército clava la bandera de España sobre la Generalidad sublevada”.

Hemos visto como la situación se controló rápidamente por el ejército en las dos grandes ciudades, sobretodo en Barcelona donde hubo más de 40 muertos, pero si por algo es conocida esta insurrección obrera es por el valor de los mineros asturianos. Los mineros asturianos declararon la República Socialista de Asturias y en poco tiempo controlaban todo el territorio. El día 5 la lucha estaba generalizada por el actual principado y ya se extendía incluso a provincias como León, un número muy elevado de cuarteles de la guardia civil son asaltados y atacados por los mineros revolucionarios que se ayudaban de la dinamita de su oficio para reventar las fortificaciones. Se hicieron actos de otro tipo como la quema de Iglesias (la de La Felguera) y la abolición del dinero, además de estas medidas se hacían circular boletines en los que se prohibía el pillaje bajo pena de fusilamiento, parecía que el pueblo armado se estaba organizando rápidamente.

Las fuerzas de la reacción, conscientes de la derrota en Asturias se retiran a posiciones defensivas cosa que permite a los proletarios organizar la retaguardia cómodamente bajo la premisa del “comunismo libertario”. Lo primero fue organizar un ejército para que defendiese la insurrección y después empezar a organizar la producción y la organización de la economía diaria. Se crearon los llamados Comités Revolucionarios Provinciales (porque hubo 3), donde participaban anarquistas, socialistas y comunistas (BOC) y se comenzó a atender a los heridos, los campos y la producción de abastos.

La experiencia de la comuna asturiana no duró mucho ya que los reaccionarios habían vencido en todas las demás partes del país, aislando a los asturianos, que a pesar de contar con 15000 milicianos, los tenían mal armados y sobretodo mal municionados. Esta situación de aislamiento precipitó la contraofensiva del gobierno burgués que ya el día 7 envía 600 soldados del 29 Regimiento de Infantería de Ferrol, y el día 9 llegan un tabor de Regulares de África. Debido a la desproporcionada correlación de fuerzas entre divisiones militares y unos cuantos revólveres de los proletarios, estos, tienen que ir retrocediendo aunque combatiendo con ferocidad. Finalmente el día 18 de Octubre de 1934 se hace circular por parte del Comité Militar Revolucionario de Asturias un panfleto donde se exige “una tregua en la lucha”. Esencialmente la Revolución de Octubre termina con la derrota (la rendición) de los mineros asturianos que lucharon bravamente contra el enemigo, pero que por las circunstancias no tenían más opción que la que tomaron. Para terminar el post me gustaría colgar un par de testimonios, uno de cada bando:

-Comportamientos de los Regulares:

“entraron los Regulares. Yo salí con mis seis hijos […] el capitán me dio su palabra de que a mis hijos no les ocurriría nada, que únicamente los llevaba a declarar […} se oyeron unos disparos”

-El General López Ochoa habla de la Legión comandada por Yagüe:

“entonces procedieron mas cruelmente, decapitaron o ahorcaron a los presos, y les cortaron los pies, manos, orejas, lenguas, ¡hasta los órganos genitales!”

jueves, 25 de agosto de 2011

Historia del Sindicato- Estrategia de PCE

La UJCE en Aragón tuvimos el pasado mes de Abril una escuela de formación donde se expuso y se debatió sobre diversos temas, uno de ellos fue éste: "Historia del Sindicato- Estrategia de PCE". A continuación me dispongo a exponer este tema, de mayor actualidad de lo que a primera vista podría parecer. Para entender mejor la historia del Sindicato y del Partido, así como de su interactuación desde sus respectivas fundaciones, vamos a dividir la historia de Comisiones Obreras (CCOO en adelante) y del Partido Comunista (PCE) en tres fases en función de la cronología: pasado, presente y futuro.

1.1 Pasado. Antes de la Guerra Civil los dos principales sindicatos eran UGT (Unión General de Trabajadores) y CNT (Conferación Nacional del Trabajo); además de numerosos sindicatos de rama. Nada más finalizar la guerra, existía miedo en la sociedad española, un miedo intrínseco a ser individuo y a pensar, por ello a pesar de la gran cantidad de trabajadores no hubo huelgas ni asociacionismo.Además esta falta también estuvo causada por la realidad de la España de principios de siglo: eminentemente agrícola y con poca concentración industrial. En 1940 nació el Sindicato Vertical que buscaba el control de los trabajadores a través de la herramientas del Estado.El Sindicato Vertical surgió debido a la idelogía fascista-falangista que buscaba “proteger” a los trabajadores desde un corte paternalista.

El movimiento obrero se encontraba cautivo y desarmado, pero existía un partido que había resistido: el PCE debido a diversos factores entre ellos el apoyo de la URSS o su crecimiento en los años de la guerra,pero principalmente debido a que fue el único que plantó cara al franquismo: fue capaz de unir su ideología con vencer a Franco (lo que fue una gran idea tuvo sus consecuencias negativas a partir del 75 con la pérdida de afiliados).

En el 47 hubo la primera gran huelga del franquismo, a la cual el PCE dio un gran impulso. Fue protagonizada por jóvenes que no vivieron la guerra directamente y por ello no tenían el miedo que aún perduraba en sus progenitores. Tras esta experiencia huelgista, en 1948 se decidió cambiar la política sindical del Partido: de pequeños sindicatos en cada lugar de trabajo (estilo motivado por ser un mundo no industrial) al intrusismo: utilizar los mecanismos del Estado para su control (leninismo); por ello en 1950 muchos miembros del Partido fueron elegidos enlaces sindicales del Sindicato Vertical.

En los 50 se establece también la lucha en frentes: el frente estudiantil y el frente obrero: como respuesta a ello en el 55 el régimen convocó un Congreso Nacional de Trabajadores, donde el PCE demostró su fuerza al aprobarse medidas “calcadas” a las que ellos proponían.Lo mismo pasó al año siguiente cuando tras un conato de huelga instigado por el Partido el régimen aprobó importantes subidas salariales.

Con los sucesos de La Calamocha (huelga minera del 57) se vió que se podía crear una estructura capaz de organizarse y no sólo para este caso concreto; así encontramos que en 1961 surge Comisiones Obreras durante la “Huelgona” una gran huelga en minas leonesas gracias a la cual trabajadores consiguen entrar en comités de empresa de forma permanente. El Partido NO creó CCOO, fueron militantes del PCE los que quisieron entrar y militar en esta nueva asociación sindical y así gracias a que estaban mejor informados, más formados y con la ilusión que caracteriza a todo militante comunista, impulsaron el Sindicato.

CCOO se pudo establecer bien por el país en 1964 debido a que la industrialización era mayor y por tanto era más fácil acceder al trabajador.Tres años más tarde tuvo lugar en Madrid la primera reunión estatal de CCOO y solamente un año más tarde fue encarcelada la dirección del sindicato (entre ellos a Marcelino Camacho). En el año de la muerte del dictador obtuvieron mayoría en las elecciones sindicales. CCOO tuvo un papel importante en la Transición, pues vino auspiciada por comités de huelga y por protestas estudiantiles.

Las principales características de esta época fueron:

  • CLANDESTINIDAD

  • JUVENTUD IMPLICADA.

  • ILUSIÓN/ESPERANZA

  • COMBATIVIDAD

  • PCE = CAPAZ DE ORGANIZAR LA CLASE TRABAJADORA.

  • PUESTO DE TRABAJO VITAL PARA EL TRABAJADOR ( Durante el franquismo y sobretodo al principio del mismo, los trabajadores invertían la mayor parte de su tiempo en el puesto de trabajo, además de que las alternativas de ocio que son posibles hoy en día no lo era entonces).



Marcelino Camacho junto a su esposa, ejemplo de sindicalismo para todos.

1.2 Presente. Con la llegada de la democracia burguesa y de las primeras elecciones el PCE obtuvo sólo un 10% de los votos, lo cual supuso un fracaso, sumado a la pérdida de muchos afiliados que creían que el fin (acabar con la dictadura) estaba concluído. En el 87 durante el IV Congreso de CCOO sale elegido Antonio Gutiérrez Secretario General, lo cual supuso un alejamiento del PCE y un fomento de la negociación como arma sindical (esto coincidió con la expulsión de los carrillistas del PCE y su continuidad en el sindicato).

Durante los años 90 hasta la actualidad el sindicato entra en decadencia, pierde combatividad y pierde la atracción de la juventud, algo fácilmente asumible si tenemos en cuenta la profundización que tiene lugar en esta época del pactismo y de la interdependencia con UGT.

Las principales características del sindicato y del Partido actualmente son:

  • FALTA DE JUVENTUD (en ambos movimientos).

  • LEGALIDAD ( Aunque existe una situación de “clandestinidad voluntaria” en el caso del Partido, no sólo porque los medios de masas así lo quieran sino también voluntaria).

  • PACTISMO (CCOO)

  • TRAICIÓN DE CCOO A SUS IDEALES (no es una traición a los trabajadores pues estos mismos han elegido que tipo de sindicato quieren)

  • CAMBIO DE ESTRUCTURA (la cual ha aumentado la burocratización del sindicato y disminuído la participación del obrero de base).

  • EL PUÑAL DEL EUROCOMUNISMO Y LOS PACTOS DE LA MONCLOA. (fue un duro golpe que desestructuró al Partido y bajó su combatividad a mínimos).

  • IU= PROFUNDIZACIÓN DE LA UNIÓN CON OTROS SECTORES DE LA IZQUIERDA.


Ejemplo del sindicalismo pactista y vendido actual: Toxo charlando amigablemente con uno de los mayores enemigos de la clase obrera

1.3 Conclusiones de pasado/ presente y estrategia a seguir de futuro. De nuestra propia historia podemos observar que un PCE orgaizado y combativo el movimiento obrero es capaz de movilizarse, si el Partido y CCOO son combativos se influyen el uno al otro y se alientan a trabajar, es por ello que la separación del sindicato del PCE ha conllevado a la pasividad en ambos, si el PCE es débil, CCOO lo será también. La deriva derechista de Comisiones ha hecho que éste pierda la influencia social que anteriormente tenía.

¿Cuál ha de ser el trabajo en Comisiones Obreras para que éste vuelva a ser un Sindicato combativo? ¿ y el PCE? LO que ha de hacer CCOO es recuperar lo que ha perdido que lo hacía un buen sindicato: recuperar un sector JOVEN con conciencia crítica, recuperar el combate, no a la defensiva como se viene realizando hasta ahora sino a la OFENSIVA. Ha de luchar para que la población vuelva a tener CONFIANZA EN EL SINDICALISMO y para ello el sindicalista ha de estar cerca del trabajador para poder ayudarle (lo cual es difícil en un país como el nuestro dedicado al sector servicios) y para ello es fundamental REESTRUCTURAR EL SINDICATO. La guía política en el sindicato no es una opción, pues un sindicato no está para hacer política, su función es sociopolítica y cortoplacista: exigir reformas a corto plazo para mejorar la calidad de vida de los trabajadores. La guía política la ha de aportar el Partido Comunista: se ha de aprovechar los momentos de crisis como el actual para, A TRAVÉS DE NUESTRO DISCURSO HACER QUE CCOO TRABAJE EN LA DIRECCIÓN CORRECTA lo cual llevará al sindicato y a la sociedad en sí a un momento mejor; si el PCE deja de militar con firmeza, demostrando que sabe trabajar, en Comisiones Obreras, el futuro sindical será negro; si se deja de hacer política dentro del sindicato este se aleja, tal y como ha quedado demostrado.

En cuanto al PCE el futuro es algo más esperanzador pues los primeros pasos se están dando ya tanto en el partido como en su referente juvenil, la UJCE. El trabajo dentro del Partido ha de ir encaminado a luchar contra el individualismo imperante en nuestra sociedad, FOMENTANDO LO COLECTIVO. En un mundo tan globalizado como el actual, EL INTERNACIONALISMO nunca ha sido tan importante: se ha de aprovechar las experiencias de otros partidos comunistas y ayudarse cada vez más en la lucha( también vale para el sindicalismo este punto). Mejorar el PCE también se logra militando en Comisiones: como ha quedado demostrado en la historia reciente, si el Partido flojea o bien se muestra pasivo, CCOO se aleja.Si CCOO se aleja, el partido se vuelve más débil, es la pescadilla que se muerde la cola pues ambas organizaciones se influyen y alimentan.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Los Salarios y los Beneficios en España


Mi padre me dijo una vez que la mayor democracia de un trabajador es tener trabajo, puesto que sin pan en la mesa ni techo donde cobijarse no se puede hablar de libertad, este es el objetivo número uno de los comunistas bajo mi punto de vista: acabar con la explotación del hombre por el hombre y luchar para que todos los seres humanos por el simple hecho de serlo tengan garantizada la educación, la comida, la sanidad y la vivienda. A veces los comunistas olvidamos nuestra base social, nos distraemos en cuestiones teóricas, que sin duda son importantes, pero no ayudan a ganarnos a la clase trabajadora que anhela verdaderos defensores de su causa, hemos de orientar el discurso al día a día para que los obreros puedan plantar cara a la manipulación a la que son sometidos. Por ello he decidido hacer un “alto” en unos post que tenía pensado preparar sobre los hechos de Julio para dedicarme al tema del salario y del beneficio, que sin duda es algo mas importante hoy día.

El salario es el “eje” de la economía, puesto que permite su correcto funcionamiento a través del consumo y indirectamente de la inversión. Para tratar este tema primero haremos un pequeño resumen de datos macroeconómicos (los grandes números) del país.

La economía española crecía antes de la crisis a tasas interanuales superiores al 3%, es decir, por encima de la media de la UE y llegando incluso al 4,1% en el 2006, esto significa que estábamos en la “champions lij” de las economías europeas. La tasa de paro también descendió de manera importante (8,1%), incluso absorbiendo tasas de empleo crecientes de entre 1 y 3 puntos porcentuales, o sea, que a pesar de que más gente entraba a buscar trabajo, el paro seguía bajando fuertemente. La gente que hacia aumentar la tasa de empleo eran las mujeres, jóvenes sin estudios y inmigrantes, sobretodo estos últimos llamados por la construcción. El negocio de la construcción y el de otras industrias auxiliares es el causante de que aunque la población que buscaba trabajo aumentase, este dato, no reflejase tasas de paro superiores, la construcción es un sector intensivo en mano de obra poco cualificada o medio cualificada y promueve gran cantidad de autónomos que revolotean a su alrededor cosa que también saco a gente del paro o de empleos por cuenta ajena.

Parecía que todo iba bien hasta que se empezaron a notar en el año 2007 síntomas de “desaceleración”, el PIB moderó su crecimiento para acabar corrigiéndose bastante más el año 2008. Esto significaba el inicio de una de las crisis capitalistas más graves que ha sufrido este planeta y que aún no tiene “brotes verdes” en el horizonte.

La crisis ha afectado a los salarios y los seguirá afectando en el futuro, para empezar vamos a mirar una de las principales propuestas de los economistas neoliberales: lo referente al salario mínimo interprofesional. Para los economistas como Hayek o Friedman y sus discípulos, el establecimiento por parte de los gobiernos de SMI es un atentado contra la libre empresa y contra la competencia entre los trabajadores, según estas teorías el desempleo viene explicado en parte por la existencia de estos SMI ya que obligan a los empresarios a dirigir sus beneficios a pagar a los obreros lo que la ley marque en lugar de hacer con ese dinero otras cosas. Los datos son reveladores en contra de estas posturas, para empezar en España el SMI es de los más bajos de la UE (y me refiero a € estandarizados) y sin embargo tenemos una tasa de paro muy superior a la UE-15, parece ser que aunque los empresarios tengan bastante más dinero libre que sus colegas comunitarios en cuanto a las retribuciones salariales, no lo usan para mantener el empleo.

Los salarios se pueden ver también desde 3 puntos de vista, desde el nominal, desde el real y desde el relativo. El salario nominal es el dinero efectivo que el trabajador percibe por su venta de fuerza de trabajo, este indicador no tiene demasiada validez, ya que no tiene en cuenta la evolución de los precios que es de lo que se trata. De todos modos, la evolución nominal media de los salarios en España ha aumentado desde hace muchos años con distinto grado, solo se ha visto menguar en el periodo de crisis en el que los salarios nominales medios han descendido.

El salario real, que es aquel que tiene en cuenta lo que se compra “normalmente” con el dinero percibido por los obreros ha seguido una evolución plana desde que empezó el “modelo español de crecimiento” o sea, desde que empezamos a construir mas casas que Francia, Alemania e Italia juntas. Esto es debido a que los salarios cada vez tenían más que ver con sectores de poca especialización de la mano de obra y que estaban poblados de contratos basura, lo cual se traducía en salarios más bajos. En un reciente artículo de Alberto Garzón vemos como se comparan dos gráficos con la evolución de los salarios reales desde 1978 hasta la actualidad. En uno de estos gráficos se calcula la evolución de los precios (para compararlo con los salarios) utilizando el famoso IPC (que es una selección de artículos básicos), en dicho gráfico se ve una recta plana desde los 90 hasta hoy, es decir, no hemos ganado ni perdido poder adquisitivo. No obstante en el siguiente cuadro no se calculan los precios con el IPC sino teniendo en cuanta otros bienes de consumo como el caso de la vivienda (que duplicó su precio en esa década) esto nos indica una fuerte caída de los salarios reales y del poder adquisitivo de la clase trabajadora, que se tradujo en demanda de créditos personales y para el consumo. Este aumento de los créditos personales y al consumo, sin hablar ya del tema hipotecario, no es causado por esa famosa frase de “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, sino mas bien en un negocio triunfante para los bancos y las grandes corporaciones que ponían infinidad de productos a la venta, junto con financiación a trabajadores poco informados y con salarios muy bajos. El auge de estas formas de consumo a deuda se refleja en el alto endeudamiento privado de las familias de España que en el año 2008 era de un 32% del PIB. Este alto endeudamiento tiene que ver con el segundo gráfico de A. Garzón que nos indica pérdidas importantes de poder adquisitivo desde 1990 hasta 2007, que los ciudadanos han ido suplantando con préstamos de instituciones financieras.

Hoy día los salarios se ven tremendamente afectados por la existencia de esta elevada tasa de paro que tiene al llamado “ejército de reserva” presionando a la baja los salarios, sobretodo en la economía sumergida (que no entra en los datos y se presume en un 20% de nuestra economía). El paro baja los salarios y por tanto perjudica a la salida de la crisis puesto que necesitamos a unos obreros con poder de compra suficiente para poder impulsar el consumo de una forma efectiva.

Mientras todo esto ocurre, mientras los obreros hemos visto descender nuestros salarios reales en los años de bonanza y con la crisis nos vemos abocados al paro masivo… ¿Qué hay de los empresarios? Pues dejando de lado las pequeñas y medianas empresas que son el grueso de nuestro tejido productivo y que están intentando orientarse al exterior, las grandes compañías, que son las que realmente influyen en las políticas tomadas y nutren lo que llamamos, la burguesía, no han sufrido la crisis. El profesor V. Navarro nos cita en uno de sus artículos el siguiente dato “de las empresas del IBEX-35 solo 3 han tenido pérdidas durante los años de la crisis”, esto nos indica que aunque algunas hayan visto menguar sus beneficios, estos, han seguido existiendo, lo cual no les ha supuesto impedimento para exigir rebajas salariales y “moderación”.

Los beneficios empresariales (EBE) cada vez ganan más peso en el global de la economía española en detrimento de las rentas del trabajo. ¿Cómo puede ser esto? Pues básicamente es debido a la política fiscal en España y a los bajos salarios que estos mismos patrones pagan. Aún a pesar de que el impuesto de sociedades esté en un 30% (y un 25% para PYME) los datos de la agencia tributaria nos dicen que el tipo efectivo del IS es del 18%. Esto básicamente quiere decir que las empresas tienen deducciones y desgravaciones fiscales hasta para ir a mear, lo que hace que se puedan deducir casi 12 puntos porcentuales lo que tienen que pagar al fisco. Por si fuera poco, muchas de estas empresas que se acogen a desgravaciones coinciden con las empresas más ricas, como es el caso del Banco Santander que logró en el año 2009 rebajar su tasa al 11% (según un periódico español de ámbito económico).

Esta situación de polarización en el reparto de la renta nacional, que es el conjunto de retribuciones que los agentes económicos reciben (como se reparte la tarta) habla por sí sola, puesto que desde el 2004 al 2008 la pérdida de peso de los salarios en dicho indicador ha pasado de un 49% a un 46%.

Finalmente quiero señalar que si miramos con perspectiva, prácticamente la totalidad de países con salarios bajos y poca protección social y estados del bienestar subdesarrollados están sufriendo mucho mas la crisis que los países que tienen mayor cobertura salarial (que ha evitado el endeudamiento), mayor protagonismo del papel sindical (modelo alemán de cogestión empresarial) o mayor extensión de progresividad fiscal. La desigualdad entre salarios y beneficios empresariales es una cuestión de lucha de clases, y si ganan los beneficios empresariales es porque la clase obrera esta en un momento de repliegue, así como después de la segunda guerra mundial fue un momento de expansión (creación del estado del bienestar y otras concesiones de la burguesía). Hay que seguir por el camino de la lucha no solo para reclamar mas parte del pastel, sino todo el pastel.

sábado, 20 de agosto de 2011

VIÑETA #1

Limpiando el ordenador me he encontrado con una viñeta que descargué de Internet y me ha parecido buena idea subirla al blog (aunque con el tiempo que ha pasado ni me acuerdo de donde la he sacado ni quien es el autor ni nada... se me olvidó apuntarlo). Quizás me dedique a crear una sección gráfica en el blog subiendo viñetas y dibujos* y ese tipo de material, pero hasta después de exámenes ná de ná.


*=Si lo hago prometo poner al autor y el origen

jueves, 18 de agosto de 2011

LA JMJ Y LA MORAL DE LA IGLESIA


No nos equivocamos los marxistas al calificar la religión como “el opio del pueblo”, aunque parezca mentira con lo que el futbol y la televisión drogan a la juventud, la religión ha hecho una demostración de su poderío en Madrid (aunque es cierto que es un evento a nivel mundial, lo cual demuestra la afluencia). No obstante no hay que menospreciar la capacidad de movilización que tienen los señores obispos y cardenales, que en otro tiempo gobernaban la educación y la sanidad en este país y dictaban la moral y la razón. Actualmente estas sotanas reaccionarias (que quede claro que me refiero a la casta repugnante de la cúspide) trata de darle la vuelta a la tortilla de la historia, intenta presentarse como víctima y no como lo que ha sido durante 2000 años, verdugo. Pareciera que los “laicistas” están coaccionando y impidiendo la libertad religiosa de los creyentes en la palabra de dios (si, dios en minúscula) pero si esto fuera así lo que harían estos laicos es no poner un solo euro de su bolsillo para la Iglesia, cosa que actualmente hacen. Entonces parece que el problema es otro, y creo que apunta mas al descenso espectacular del número de católicos que hay en España, que se está haciendo día a día más laica (aunque las leyes no sigan la tendencia), esto enfurece a los curas, que en otro tiempo no muy lejano gobernaban incluso en la vida privada de la gente.

Si vamos a los datos, cosa que pocos hacen, veremos que el número de personas que se declara católica en España es del 73%, parece muy elevado, pero a mi entender declararse católico no es exactamente serlo, entre otras cosas porque muchas veces la gente declara “yo creo en dios, pero no en la Iglesia” o “soy católico porque si” o “soy católico por mis raíces” y un sinfín de otras matizaciones que se vienen a confirmar en el dato que nos dice que solo el 13% es practicante. Ser practicante implica ir a misa los domingos, no comer carne en semana santa y toda la liturgia correspondiente al mundillo clerical, no obstante hay un 22% de españoles que se declaran laicos o no creyentes (más laicos que practicantes) y en estos sí que no hay matización posible. He ahí el conflicto de fondo que tiene la Iglesia ante sus narices, la perdida de clien…perdón, de fieles entre sus muros… ¿Y porque les preocupa tanto? A mi entender es bien sencillo, si tengo menos fieles tengo menos apoyo social, si tengo menos apoyo social ya no podré escudarme en mi amplia representatividad y mis obras para recibir dinero del estado, con lo cual acabaré siendo una institución autogestionada por sus fieles (cosa que no es hoy día).

Esto nos lleva al tema de la financiación, un tema controvertido puesto que se han oído muchas versiones, yo incluso escucho a gente decir que la Iglesia no recibe ni un euro del estado, vamos a ver unos datos aproximados:


Asignación con cargo al IRPF – 249 millones de euros.

Asignación con cargo al IRPF (de la casilla “fines sociales”) – 80 millones de euros.

Exenciones de impuestos – 1000 millones de euros.

Profesores de religión y otros cargos – 700 millones de euros.

Conciertos educativos – 3900 millones de euros.

Para asistencia sanitaria y para la obra social - 2.500 millones de euros

Asistencia hospitalaria (CCAA) - 700 millones de euros.

Funcionarios capellanes (ejército, cuarteles, hospitales…) - 25 millones de euros.

Mantenimiento del patrimonio de la iglesia. - 500 millones de euros.

Festejos y eventos 2011 – los 50 millones de la visita de Ratzinger.


Todo esto suma un total de 9704 millones de euros del erario público, es cierto, la mayoría de estas cantidades no se dedican a fiestas y recepciones, pero la partida más grande es a adoctrinamiento y la segunda más grande es a exenciones de impuestos, no está mal. A este dinero hay que añadir el patrimonio de la Iglesia española, que no es nada desdeñable, puesto que posee negocios en el sector financiero (en los organismos de algunas cajas rurales andaluzas son famosos los curas banqueros) y multitud de obras de arte, tierras de cultivo y suelo urbanizable.

Después de ver como la Iglesia se apropia de esta enorme suma de dinero de todos es conveniente ver más en concreto el tema de la asignación del IRPF, puesto que se habla mucho del tema. Según la propia conferencia episcopal a través de su “presupuesto del fondo común interdiocesano” (son datos del 2009) dedica casi el 62% de la casilla “por tantos” a la partida “sustentación del clero”. Parece ser que no es ”por tantos” las donaciones que hacen los fieles, la campaña debería de llamarse “para nosotros”.

Dejando el tema de la financiación hay que reprochar a la Iglesia muchas cosas más, para empezar su papel histórico, represivo, corrupto y asesino, también su papel social en la actualidad negando cualquier derecho de la mujer (aborto) o de las personas en general (sexualidad libre, divorcio). Aunque si por algo se ha caracterizado la Iglesia últimamente ha sido por su papel con el tema de los preservativos, y es que todos recordamos al señor Ratzinger en el avión papal diciendo que el preservativo no era la solución del SIDA sino la abstinencia, a lo cual se sumaron desde España los miembros de la secta Intereconomia que arguyeron argumentos de peso como el que los africanos no sabían leer las instrucciones de los profilácticos. Estas declaraciones darían risa de no ser porque en África hay cientos de millones de católicos que seguirán los consejos del papa y que probablemente miraran con malos ojos el preservativo.

Finalmente concluyo haciendo una apreciación que estoy seguro que alguno ha echado de menos: la Iglesia católica está formada por miles de personas buenas y caritativas que incluso han arriesgado la vida por defender al desposeído y al marginado. No es contra el cristiano bueno y respetuoso, o contra el misionero contra el que hay que volcar la ira, sino contra las elites burocráticas de la empresa de dios que siguen con la mente en la edad media.